Sin culpa y vergüenza: cómo aceptarte en una escolta y dejar de sentirte "no así"
No eres un criminal. Eres una persona que ha elegido su camino.
Sí, no es para todos. Sí, ella no encaja en el marco de los sueños y ensayos escolares de mi madre "en quién quiero convertirme." Pero él es tuyo. Y si aún te sientes culpable por tu trabajo, como si vivieras bajo la radiografía de otra persona, entonces es hora de hablar realmente de ello.
Este artículo no será otra colección de frases como "tienes derecho." Porque ya sabes que lo has hecho. Habrá una conversación honesta aquí. Como es poco probable que escuches de amigos o de un psicólogo que no haya trabajado en tu estilete durante un día.
¿Por qué surge el crimen?
Porque estás vivo. Y las personas vivas tienen conciencia. No siempre dice cosas razonables, pero las dice. Puedes tener tu propia opinión, comodidad personal y libertad real de elección, pero la sociedad que te rodea aún susurra: "Eres malo."
La voz de mamá en mi cabeza, frases como "Nunca podría," un ex novio, una novia que se fue a trabajar en marketing, todo deja una huella.
Y incluso si no consideras el sexo sucio, incluso si te valoras a ti mismo, incluso si tus clientes no te humillan, la culpa puede quedarse atrapada en tu cabeza como agua debajo de la puerta.
El crimen es como un parásito
No siempre grita. A veces solo:
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El deseo de mirar hacia arriba cuando alguien pregunta: "¿Qué estás haciendo?"
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Después de la reunión, se enfrió un poco por dentro, aunque todo salió a la perfección.
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Se siente como si estuvieras viviendo una doble vida.
Esta ofensa no tiene nada que ver con tu moralidad. Se alimenta de una sola fuente — la discrepancia entre el "derecho" externo y tu realidad. La sociedad enseña a las niñas: sé modesta, construye una casa, usa una falda hasta la rodilla. Y obtienes dinero por sexo y no te sonrojas. Por supuesto, algo dentro protestará.
1. Deja de demostrar que eres "bueno"
No necesitas explicarle a nadie por qué elegiste este camino. Esto no significa rudeza. Esto significa que la excusa es no tocar el plato: "Bueno, solo soy temporal," "Todavía estoy aprendiendo," "el verdadero yo es completamente diferente."
Cada vez que te justificas, renuncias a ti mismo. Incluso si es un discurso interno, te dices a ti mismo: "No tengo derecho a ser como soy.”
Suficiente. Tienes el derecho. Estás haciendo un trabajo en el que necesitas muchos recursos psicológicos, flexibilidad y madurez. Si las escorts fueran una forma fácil de ganar dinero, las multitudes llegarían a raudales. Pero no están ahí. Porque no todos pueden pararse. Pero tú lo hiciste.
2. Evalúa no la "opinión", sino el hecho
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Hecho: ganas dinero.
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Hecho: controlas tu cuerpo.
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Hecho: no cavas.
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Hecho: no robas, manipulas ni traicionas.
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Hecho: trabajas con personas que tienen opciones. Pagan todo el tiempo que quieren. No es porque estés forzando a alguien.
Cuando te sientas culpable, vuelve a los hechos. No pensamientos, no clichés y no juicios de otras personas. Sino la realidad.
Siempre es más simple y honesto que el crítico interno.
3. Aprende a ser "inocente" por diversión
La culpa es un hábito. Y puedes desaprenderlo. Pero para esto no solo tienes que desechar el sentimiento. Tenemos que cambiarlo.
Aquí hay algunos ejercicios psicológicos y bastante prácticos:
A) "Opinión fuerte"
Di en voz alta frente al espejo,
"Recibo dinero por mi trabajo porque mi trabajo vale la pena.”
Repite 10 veces. No te apresures. Escucha la reacción del cuerpo. ¿Resiste? ¿Se acostumbra? ¿Se enoja? ¿Se siente incómodo? Genial. Entonces tocas el punto de vida. Sigue.
B) Lista de beneficios
Escribe una lista: ¿qué te aporta esta profesión? Sinceramente, sin filtros. Dinero—sí. Libertad—sí. La oportunidad de no depender del hombre es genial.
No seas tímido. Es tu elección. Tienes el derecho a amar el resultado de tu trabajo.
C) "Día perfecto"
Imagina: hoy vives como quieres. Tienes un hogar, tranquilidad, no hay necesidad.
¿Cómo responderías a la pregunta: "¿Quién eras?"? ¿Estarías avergonzado? ¿O orgulloso? Si nadie te juzgara, ¿serías tímido?
Las respuestas a estas preguntas son sorprendentes. Porque la mayoría de las veces, la vergüenza no es tuya, sino impuesta.
4. Separa la persona y el rol
No eres la única que trabaja como escort.
Eres una persona. Mujer. Hermana. Novia. Alguien con sus películas favoritas, historias divertidas y sueños.
El trabajo no es tu esencia. Es uno de los aspectos. Así como un médico no es solo un médico, así como un conductor no es solo un volante.
Y si alguien quiere tirarte en una caja: "solo eres una prostituta," déjalos vivir en la caja ellos mismos. Tú tienes una habitación entera. O tal vez una casa.
5. Deja de comer culpa en el desayuno
Esto es lo que hacen muchas chicas:
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Intentan compensar la culpa con "buenas" acciones.
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Viven bajo una constante "¿Y si se enteran?"
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Se fijan plazos: "Otro año, y eso es todo."
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Se avergüenzan de las relaciones, la intimidad y la familia.
Es una trampa. No serás "mejor" si cargas otra cruz para ti. La culpa no es un plan de salvación. Es un ancla.
Empieza a vivir, no a practicar la "imperfección." Aunque tu profesión no encaje en la moralidad de otra persona, encaja perfectamente en tu verdad.
6. La psicoterapia no es un lujo
Si notas que la culpa se vuelve constante, busca un especialista. Mejor uno que no te pregunte: "¿no quieres cambiar de profesión?"
No buscas juicio, buscas apoyo. No una excusa, sino un espejo.
Con la psicoterapia aprendes a decirte:
"Tengo derecho a ser yo mismo. Sin miedo, sin drama, sin mentiras.”
7. Tu círculo es una armadura
Si hay gente cerca que dice "ugh," "es una pena," "no te respetas a ti mismo," piensa: ¿por qué necesitas a esas personas?
El apoyo no es solo "Oh, estoy por ti." Sucede cuando alguien no te hace sentir vergüenza. Simplemente te acepta. Sin notas al pie. Sin pistas. Sin "ya sabes."
Crea un círculo alrededor de ti donde no estés sucio, no estés equivocado, no seas extraño. Eres tú. Tal como eres.
Por último: no estás solo
Una de cada dos chicas en el escort se ha sentido culpable al menos una vez. Algunas muchas veces. Algunos se quedaron mucho tiempo, otros pasaron. Pero definitivamente no eres la excepción.
No tienes que ser fuerte 24/7. No necesitas entenderlo todo. Pero tienes el derecho a vivir sin ese fondo — como si siempre fueras castigado.
Acéptate a ti mismo y la culpa desaparecerá. No porque "no haya nada de qué avergonzarse," sino porque tú eres tú. Y el trabajo es solo trabajo.
